Te has dado cuenta de que las cosas malas siempre nos marcan más? La memoria nos juega malas pasadas, o nuestra mente y corazón quieren que aprendamos de ellas. Con las cosas malas, siempre dejamos de lado las maravillas que vivimos a diario.
Pasa que cuando uno piensa en lo que vivió; o hace recuentos; es lo malo que siempre sale a flote "que se vaya luego este año que tanto me hizo sufrir" es fácil escuchar eso, sobre todo en esta época.
En mi caso, el 2014 también fue muy malo, viví cosas horribles, personas se fueron de mi vida, y viví pérdidas irreparables que a estas alturas dejan un dolor en mi, un sufrimiento que dudo me vaya a abandonar en algún momento. Sufrí, de la peor manera, pero aprendí de esos dolores, crecí y gracias a ellos encontré muchas cosas maravillosas.
Hice cosas horribles de las que me arrepiento pero me hicieron mejor. Y quizás sea uno de los años mas difíciles de toda mi vida, pero sin duda el más importante.
Nuestra memoria nos pone las cosas malas primero, pero bien dicen que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. Y a pesar de las desgracias que trajo el 2014, también me llenó de buenos momentos.
Consolidé amistades de la vida, y aseguré otras. ¿Quién iba a saber que esos amigos que se veían superficiales y que tanto me criticaron otros, iban a estar a mi lado en el peor momento? Que pena que una persona te diga que tus amigos no son buenos amigos, o que no lo son realmente. Lo bueno es darse cuenta que cuando la persona que los criticó se fue de tu vida, fueron esos amigos los que estuvieron para ti, demostrándote lo importantes que son y lo que valen.
Vi el resultado de un año de trabajo, esfuerzo, estudio y mucha dedicación reflejado en un 7.0 en mi tesis, nuestra tesis y también en la defensa de título. Fue arduo el trabajo, el esfuerzo, las peleas, el sacrificio y el cansancio, pero valió todo ello y terminó por convertirnos en profesionales Si, se vio empañado por dolor y pérdidas, pero al final del camino estamos solos y los esfuerzos quedan. Las palabras y promesas se las llevó el viento. Ahora que lo veo con más claridad, cuánto me habría arrepentido hoy de haber hecho las cosas diferentes. Estoy orgullosa de los esfuerzos y lo logrado
Pase un difícil período pero me volví a enamorar de mí, a quererme por quien soy y a valorar lo especial que soy. En el camino llegaron personas que siento, se quedarán por largo rato en mi vida. Que me han enseñado a quererme y a disfrutar. A mirar el mundo de otra manera.
Tengo que agradecer, porque aunque no los vea seguido, veo a mis sobrinos crecer y me hace sentir orgullosa, feliz y enamorada de ellos, todos los días.
A pesar de todo pude llevar a mi hermana a su primer concierto, uno de calidad, de mi artista preferido. Fui a ver a Bublé por segunda vez, y valió cada esfuerzo que hice, lo disfrutamos a concho y sin duda todas las maravillas que le había hablado de la vez anterior se quedaron cortas.
Llegaron más personas a mi vida que me mostraron que no soy mala y que merezco cosas buenas. Que me han demostrado su cariño y su incansable preocupación. Formaron un grupo de maravillosas personas, y llegaron como un montón de luciérnagas a iluminar mi vida.
Y por fin vi el resultado de 5 años y medio de arduo estudio y esfuerzo. Me entregaron mi título de Periodista y el Grado de Licenciada en Comunicación Social. Junto con ello los mejores compañeros que pude tener. Desde el primer año y hasta el final. Ahora, hasta dónde nos lleve el futuro juntos, espero, para siempre.
Es inevitable recordar las cosas malas, pero valoremos los momentos felices, las ventanas que se abrieron cuando nos cerraron todas las puertas.
Cuando entendí que ser feliz es una decisión. Ser feliz es cambiarse el lente con el que miramos el mundo. Es quererse a uno mismo antes de querer a otra persona, es poder disfrutar de una conversación silenciosa, de la sola compañía de otra persona, de mirar el cielo en la playa, jugar pool con los amigos o tomar un helado y reírse una tarde con las amigas.
Incluso ser feliz está en la decisión de escuchar con alegría la misma música de todos los días en el trabajo. Disfrutarla, bailarla, reír. Porque cuando se hacen las cosas con un ánimo diferente, se pasa mejor.

La felicidad se esconde en la coquetería y las sonrisas cómplices. En los regalos de navidad que se hicieron con amor, que se recibieron con amor. En el abrazo de tu mejor amigo. En consolar a un desconocido, En sonreirle al mundo mientras suena tu canción preferida.
Gracias 2014, a pesar de todo lo malo, aprendí a ser feliz. Aprendí que tenía que dejar el paraguas de lado y comenzar a bailar bajo la lluvia.
No sé lo que me depare el 2015, y tampoco quiero saberlo. Este año, aún cuando pensé que había perdido, gané. 2015, no te tengo miedo y voy por ti.
Feliz Año Nuevo!










Que linda Paulita, yo se que re ira muy bien eres de esas personas que tienen el éxito asegurado; eres una persona muy inteligente y sobre todo de buen corazón, algo muy escaso de encontrar hoy en día. Te deseo lo mejor para este año que viene y en general para toda tu vida eres una gran mujer!!! Te quiero mucho
ResponderEliminar